De alumna a docente, la entrevistada repasa desde su vida universitaria hasta la actualidad, recalcando los desafíos de la ingeniería en el pasado y el presente.

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En el año 2011, Constanza Valdés Aguilar fue una de las 4 mujeres que decidió estudiar Ingeniería en Ejecución Mecánica en la Universidad del Bío-Bío (UBB), hoy es docente de esta misma casa de estudios e inspira a las nuevas generaciones de mujeres que se adentraron en este rubro.

En los últimos 10 años, 33 mujeres han pasado por las aulas de Ingeniería en Ejecución Mecánica, versus 739 hombres, esto representa el 4,3% de la matrícula y es la prueba de las brechas de género presentes en esta área.

No obstante, existen mujeres enamoradas de esta profesión, en la que son minoría, y que tienen como desafío incluir más féminas en sus aulas. Programas como Mujeres en Ingeniería de la Facultad de Ingeniería UBB, buscan visibilizarlas y apoyarlas en esta área y avanzar hacia la paridad de género en las próximas generaciones.

Interesada por la mecánica, al igual que su papá y su hermano, Constanza comienza a sentirse atraída por su profesión en la enseñanza media. “Me gustaba mucho la física y la matemática, y en el colegio tenía un área teórica que se llamaba mecánica, entonces fui conociendo qué hacía un ingeniero mecánico y me gustó”.

Constanza recuerda entre risas el momento en que le comunicó a su papá su elección de carrera: “me dijo ¿no quieres estudiar una carrera de mujer? como enfermería”, a lo que ella respondió apelando a sus malas notas en biología.

Posteriormente, Constanza ingresa a Ingeniería en Ejecución Mecánica y al terminar su carrera decide continuar sus estudios en Ingeniería Civil Mecánica, en la misma universidad donde actualmente se desempeña como docente en las áreas de introducción a la ingeniería mecánica, resistencia de materiales y termofluidos. Sin embargo, su primer acercamiento al mundo profesional fue distinto a lo que hace hoy.

En 2017, Constanza ingresa como la primera practicante mujer de ingeniería al Astillero y Maestranza de la Armada (ASMAR), donde es designada al taller de combustión interna, según cuenta la entrevistada, en ese entonces le ofrecieron cambiarse de área debido a que no existían camarines para mujeres en las instalaciones de ese departamento, lo cual la sorprendió. “Recuerdo que dije: me voy a quedar aquí, aunque no haya camarín, me cambiaré en otro lado”.

El ambiente universitario

A pesar de muchas veces ser casi la única mujer en el área, nunca se sintió discriminada en la universidad, “mis compañeros nunca hicieron la diferencia porque yo era mujer […] éramos siempre a la par porque éramos todos compañeros”. Además detalla que nunca recibió comentarios relacionados a su capacidad para soldar, tornear o realizar actividades similares de parte de sus compañeros o académicos.

Respecto al cuerpo docente, quienes actualmente son sus colegas, también destaca que “nunca hicieron diferencias” y expresa que “siempre estabas incluido porque eras un estudiante más”. Asimismo, recuerda que los profesores ayudaban al alumnado a conocer sus aptitudes y señalar sus capacidades: “ellos siempre te decían tu eres capaz”, recuerda Constanza, quien fue destacada con el premio Escuela de Ingeniería de Ejecución Mecánica en su titulación.

Respecto a la baja matrícula en estas carreras, la entrevistada señala a los estereotipos como uno de los principales responsables. “Creo que hay prejuicios de que la carrera es de hombres y hay un poco de desconocimiento de lo que hace un ingeniero en ejecución”.

Una docente inspiradora

Durante todo su periodo universitario ninguna mujer le hizo clases a Constanza, pero hoy las nuevas generaciones de la UBB la tienen como docente junto a la Dr. Laritza Medi y Cynthia Rozas, quien también comenzó sus estudios el 2011.

Constanza valora mucho la oportunidad de impactar en la formación de las futuras generaciones, respecto a esta temática sostiene que: “puedo generar un mayor ruido a mis alumnos, me gusta ser algo del cambio en ellos, siempre trato de inspirarle a que sean mejores personas y buenos profesionales”.

La presencia de una docente en la sala no deja indiferente a las alumnas, respecto a esto la académica expresa: “me han dicho que uno es como un modelo a seguir” y menciona que las alumnas suelen preguntarle si le había gustado su carrera, a lo que siempre responde afirmativamente.

Mujeres en Ingeniería

Desde el año 2020, la Facultad de Ingeniería ha potenciado el Programa Mujeres en Ingeniería, el que busca promover el ingreso y permanencia de las mujeres en carreras de la ingeniería, ciencia y tecnología, a través de instancias de difusión y generación de redes de apoyo. Asimismo, trabajan para visibilizar el rol de la mujer en este rubro y fomentar la equidad de género, a través de una transformación cultural que permita aumentar la matrícula femenina.

Según datos del Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género (SERNAMEG), el 53% de las matrículas en educación superior son de mujeres, pero solo 1 de cada 4 corresponde a una carrera de la rama de ingeniería, ciencia y tecnología. Con el objetivo de disminuir esta brecha es que se enmarca este programa de nuestra facultad que fomenta el ingreso especial para Mujeres en Ingeniería UBB y un acompañamiento integral para las alumnas.

En relación a esta iniciativa, Constanza comenta que “es un muy buen programa porque da a conocer que sí hay mujeres que trabajan en la ingeniería. En la UBB se está haciendo una campaña súper grande a la mujer en la industria y eso quizás ha generado el aumento del ingreso de mujeres, como por ejemplo en Ingeniería Civil Química”.

Respecto al futuro de las mujeres en la ingeniería, señala que “se ve bastante prometedor porque creo que hay harta visibilización y esto ayuda a que más mujeres se atrevan a estudiar ingeniería y que no tengan que pasar por la brecha que uno pasó, sin un camarín, que te tengas que cambiar de carrera o que te cuestionen por ser mujer”.

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