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La Ingeniera en Biotecnología con mención en Marina y Acuicultura de la Universidad de Concepción, cuenta cómo busca inspirar a las futuras generaciones de ingenieras UBB, a través de su propia experiencia personal.

Oriunda de Concepción -Cinthia Vásquez-, trabajó doce años en la Universidad del Bío-Bío en proyectos relacionados a la biotecnología de microorganismos. Dentro de este período, ingresó al Doctorado en Ingeniería de Materiales y Procesos Sustentables (DIMPROS UBB), un programa de impacto para la investigación y conocimiento de frontera en el área .

Tras años de estudio e investigación, Cinthia finalizó una importante etapa en su formación, defendiendo exitosamente su tesis doctoral titulada “Evolución adaptativa al Laboratorio para mejorar el rendimiento de ácido araquidónico a partir de cepas nativas de thraustochytridos”, microorganismos que tienen la ventaja de contribuir en todos los ámbitos de los seres humanos.

Impacto para el territorio

Su investigación abordó la búsqueda de un microorganismo que coopere de forma sustentable a producir mayor cantidad de ácido araquidónico (ARA), como es el caso de un PUFA, el cual es enormemente valorado por ser precursor de metabolitos involucrados en respuestas inflamatorias y vital en la formación estructural del cerebro, por esto se le atribuye junto al DHA la capacidad de prevenir enfermedades como el Alzheimer y Parkinson, entre otras.

En esta búsqueda a lo largo de las costas de Chile, se consideró un protista aislado en la propia zona; en el estuario de Lenga y que identificaron como un Traustrochitridio, una cepa nativa que puede producir en condiciones naturales sin optimización, una concentración importante de ARA. Lo anterior incrementó la tecnología de adaptación evolutiva, que consiste en someter a un estrés continuo al microorganismo, ya sea nutricional o ambiental, con el fin de obtener una cepa con mejores características fenotípicas y genotípicas que provean mayores tasas de crecimiento y rendimiento del producto deseado.   

Por ende, poder aportar a la producción nacional por la deficiente ingesta de este PUFA (que los humanos no pueden producir en condiciones naturales, requiriendo que se ingieren en concentraciones adicionales a la dieta) entrega un valor agregado, ya que es demandado como complemento nutricional en fórmulas diseñadas para humanos y animales.

Al respecto, la Ingeniera señaló que “se proyecta una demanda de 1 millón de toneladas de ARA para el año que viene. La oferta actual es del 39 %, por lo que existe una escasez enorme de este producto. Y nuestra investigación cobra aún más relevancia, por el hecho que la cepa que más concentración de ARA nos brindó proviene de nuestra zona, en el estuario de Lenga”. Concluyendo que el abordar una problemática de deficiencia de ácido araquidónico (ARA), permite el desarrollo sustentable en dos aspectos: El ácido graso precursor de ARA que procede principalmente de origen marino y, también, que con el microorganismo que se trabajó es capaz de crecer en residuos que provienen de industrias alimentarias y que generalmente son descartados.

Una referente inspiradora

Sin embargo, lo anterior no hubiese sido factible sin el gran esfuerzo de Cinthia, quien además es madre y cuando ingresó al programa no existía la beca de pre y postnatal para alumnas embarazadas. Ocasión en la que vivió una transición difícil, pero no imposible, gracias a la aptitud que poseen las mujeres para sobreponerse a las dificultades.

“Para nosotras las científicas, es complicado compatibilizar la ciencia con el rol que tenemos como madres, porque la investigación requiere mucho tiempo y existe ese sentimiento de culpa de dejar a tus hijos por hacer bien las cosas como investigadora. En este sentido, me gustaría destacar a mi red de apoyo; mi esposo y mi mamá. Y en lo académico, agradecer al Director del Doctorado Dr. Serguei Alejandro y a la Directora anterior de postgrado, la Dra. Carmen Luz Muñoz”, expresó Vásquez. “Ellos hicieron presente esta tremenda desventaja de las mujeres estudiantes de doctorado y gestionaron una extensión adicional a mi período de formación de 3 meses”, señaló.

Actualmente, e inspirados por la situación de Cinthia, partiendo de una iniciativa del comité académico del programa, el reglamento interno de la Universidad, se establecieron plazos adecuados de descanso, para que las estudiantes embarazadas pasen la espera de una forma tranquila, sin tener la presión de perder sus estudios. Además, y muy importante, la consideración del periodo pre y postnatal de las becarias.

Por otra parte, extendió un mensaje a aquellas futuras ingenieras que buscan dejar una huella positiva en el mundo. “Las mujeres somos un mar de sorpresas, podemos liderar puestos estratégicos y a su vez contribuir al desarrollo de nuestro país. No es necesario elegir ser mamá o profesional, podemos ser ambas cosas y más”.

Apoyo docente

La investigación de Cinthia, fue guiada por la destacada Dra. Claudia Oviedo, quien entiende que el rol de los docentes guía es “estimular en los y las estudiantes el desarrollo de conocimiento avanzado, la doctora señaló que el rol principal del académico en esta etapa es el colaborar en la formación teórica y metodológica del(a) graduado(a), para su desarrollo como investigador(a), potenciando su pensamiento crítico y reflexivo”.

Asimismo, añadió que esta ha sido una oportunidad de mucho aprendizaje. “Como profesora guía de Cinthia, he discutido con ella respecto de la resolución de los diversos problemas teóricos y metodológicos inherentes al desarrollo de toda Tesis Doctoral. En paralelo, he ido procurando que ella que tenga “su propia mirada” durante el proceso. También, y muy importante, he fomentado y catalizado la productividad científica, procurando siempre dar fluidez a los procesos, con el rigor exigido. Por lo que agradezco esta increíble oportunidad”.

Finalmente, el Director del DIMPROS UBB, Dr. Serguei Alejandro recalcó que, para el doctorado, la graduación de la alumna Cinthia Vásquez constituye un hito importante, primeramente, porque con ello se completa la graduación de la primera cohorte del programa luego de las limitaciones sufridas por el COVID-19. Bajo este contexto, esta historia servirá como ejemplo de autodeterminación, sacrificio, perseverancia, resiliencia y compromiso para otras mujeres que estudien algún doctorado o programa de posgrado en general.