La Maca anda mañosa…niños en cuarentena… Consejos de contención emocional – Facultad de Ingeniería UBB
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¿Qué pasa con nuestros niños y niñas durante el período de cuarentena por la pandemia? Al igual que nosotros, fueron sacados de sus
ru􀆟nas (esas que tanto despreciábamos); al igual que nosotros, se cierne sobre ellos la incer􀆟dumbre; al igual que nosotros puede que estén
sobrecargados de tareas y ac􀆟vidades a ratos y en otros momentos aburridos en espacios cerrados …
Los niños, mientras parecen absortos en sus juegos, escuchan… todo. Y aunque quizás no logren comprender las palabras, sí pueden captar
las emociones del relato (en el tono, el volumen, las expresiones del cuerpo…) y para ellos, con menos recursos para verbalizar que nosotros,
suele ser mucho más complejo comprender lo que ocurre y canalizar de manera adecuada la información, sin sen􀆟rse sobrepasados.

¿Cómo los ayudamos?

1.Expliqueles que es el corona virus

Incluso antes de que pregunten, deles toda la información que necesitan (que tampoco es tanta) de la forma más honesta y sencilla posible -y ajustada a sus edades- de forma que, en medio de la tormenta, mantengan seguridad y confianza en usted.

Es importante que sepan qué es el coronavirus y cómo nos afecta la vida. Para los más pequeños, el audio cuento ‘Hola, soy el coronavirus’, de la psicóloga Manuela Molina, ayuda a explicar y comprender lo esencial. Encuéntrelo aquí https://www.youtube.com/watch?v=U2v8Gbc6UlM  y también el cuento de la otra colega Guadalupe del Canto “El escudo protector contra el rey virus”. https://www.youtube.com/watch?v=xLSI53FWRU4 o El cuento del coronavirus de Víctor Espiga -dirigido a adultos y niños de una cierta edad- que explica la importancia del confinamiento para ayudar a controlar la pandemia. https://www.youtube.com/watch?v=ly_P467k-Nc

Evite que vean o escuchen noticias, y manténgalos al margen de las conversaciones de adultos sobre la situación, pues hay bromas y preocupaciones que usted puede comprender, pero ellos, al no manejar conceptos, lo toman literal. Si usted dice “se va a morir hasta el gato”, es una exageración divertida, pero no necesariamente para el niño.

2. Acepte el miedo y la disforia

Disforia es un término que se aplica a las emociones “desagradable o molestas”, a aquellas que no nos gustan tales como la tristeza, ansiedad, irritabilidad o inquietud. ​ Es el opuesto de la euforia. Pero no porque no nos gusten son malas: TODAS las emociones son buenas y necesarias, lo complejo es quedarnos pegados en ellas o guardarlas porque no sabemos cómo ponerlas en palabras.

Toda emoción es una alarma y requiere ser escuchada. Cuando no se puede verbalizar la emoción, a veces se vuelca la ansiedad en el síntoma, y entonces, “el cuerpo grita lo que el alma calla”, y nos duele la cabeza o la guatita… En el plano emocional la Unicef advierte que los niños y niñas, debido al aislamiento, “extrañarán sus rutinas y por eso pueden sentirse enojados, angustiados, irritables”.

Entonces, acoja sus miedos e inquietudes; dedique tiempo a resolver sus dudas e inquietudes, en un lenguaje adaptado a su capacidad de comprensión, pero no engañoso, si usted no lo hace, ellos completarán esto con información fantaseada. Procure centrar el discurso en lo positivo, “es un resfriado fuerte, pero la mayoría de las personas se sanan”; “todos los científicos del mundo están buscando una vacuna”; “estamos en casa porque es la mejor manera de cuidarnos (y a los abuelitos)”, etc.

3. Enseñe medidas de autoprotección

Entender qué es el coronavirus y cómo protegerse, les permitirá ser responsables respecto de su salud y la de otras personas. Esto ayudará a que los padres estemos más tranquilos y a que los niños desarrollen su sentido de autoeficacia y seguridad en sí mismos.

En este punto, el lavado de las manos y la mantención de la distancia entre las personas son elementos claves.  El lavado de manos debe ser con agua y jabón (o geles desinfectantes); en el primer caso por no menos de 20 segundos y cubriendo toda la mano, en el link un tutorial de cómo hacerlo, donde un doctor se tiñe las manos con tempera para mostrar de forma gráfica la manera correcta. Practique en casa también con témpera… https://www.youtube.com/watch?v=y0a3FYZFwvE

A cualquier edad, pero muy especialmente con los más pequeños, de poco vale enseñar cualquier cosa si no se da el ejemplo, los niños aprenden lo que viven. Así que ponga algunas normas en la casa (no más de 7) que sirvan para todos.

Si se olvida de lavarse las manos al llegar, al darse cuenta verbalice: “me olvidé de lavarme, voy al tiro porque …”.

4. Conviértalo en un juego

Como adultos, nos corresponde informar, pero también es nuestro deber mediar entre la información y el niño para que no le dañe, ¿se acuerda del magnífico Guido Orefice, que en la película La vida es bella, para proteger a su hijo de los horrores de un campo de concentración nazi, le va relatando toda la vivencia como un juego? También puede usted relativizar la gravedad y darse espacio para el juego.

La enfermera, Norwhal Tabarca propone dibujar en la mañana un coronavirus en la palma de la mano con un plumón y en la noche dar un punto a quien se le ha borrado de tanto lavarse las manos.

Encuentre aquí ilustraciones para enseñar a los niños a protegerse https://www.bbc.com/mundo/noticias-52092558.

5. Respete los tiempos

Ya estamos todos con un importante nivel de estrés; así que evitemos poner más carga. Mantenga una cierta planificación, pero, no se rigidice; sea flexible, quizás su hijo ahora esté desanimado y no quiera hacer su cama, bueno puede hacerla más tarde, con el compromiso de que se hace hoy antes de una cierta hora.

O su hija no quiere hacer la tarea de matemáticas, pero sí le gustaría leer un cuento (algo vinculado con el lenguaje).

A mi hija le enseñé fracciones comiendo chocolates… “el chocolate es el entero; la mitad es un medio, y dos medios, un entero…” cuando respondía bien todo, nos comíamos el chocolate.

También es importante dar la posibilidad de que los que son un poco mayores administren sus tiempos, así que en lugar de decirles “Seca y guarda los platos ahora”, prefiera, “Necesito que los platos están secos a las 15.00” así puede buscar el mejor momento y cooperar fortaleciendo su autonomía.

Busque los tiempos y la manera, finalmente, todos los caminos conducen a Roma.

6. Rescate el espacio de crecimiento

Este tiempo de encierro, puede ser el tiempo de los grandes aprendizajes, en lo afectivo, en lo relacional, en lo valórico.

Converse con los niños ¿cómo creen que debe ser una persona? De seguro le dirán cosas como: “que no pelee, que no mienta, que no robe” y en su lenguaje aún concreto están hablando de honestidad, solidaridad y respeto; valores esenciales para la sociedad que queremos construir; a partir de allí, construya algunas normas que deben respetarse en la casa, con la cooperación de todos.

O decoren una caja, y dentro de ella cada día, cada quién va poniendo algo que agradece en esa jornada (por escrito o como ofrenda verbal o con un dibujo o recordé de revista los más pequeños); también pueden crear un Diario de gratitud, acá tiene 5 formatos https://www.youtube.com/watch?v=9PwvFt67ODk pruebe, y verá qué bonito se siente ir cambiando las quejas por la gratitud.