Académico UBB es beneficiario del Programa Johnson Matthey Platinum Group Metal – Facultad de Ingeniería UBB
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El Dr. Luis Arteaga, académico del Departamento de Ingeniería en Maderas de la Universidad del Bio-Bio e Investigador Principal de la Unidad de Desarrollo Tecnológico de la Universidad de Concepción (UDT), es ganador del programa “JM Platinum Group Metal”, cuyo objetivo es fomentar la investigación de futuras aplicaciones de los metales del grupo del platino (PGM).

El programa PGM-Award de Johnson Matthey (JM) busca fomentar la investigación de futuras aplicaciones de los metales del grupo del platino (PGM). Al ser líder mundial en tecnologías sostenibles, esta empresa centra su atención en aportar nuevas soluciones para mejorar la calidad del aire, desarrollar energías limpias, y en el uso eficiente de los recursos naturales. En particular, los PGMS tienen propiedades que los hacen muy promisorios como elementos activos en sistemas catalíticos de diferente naturaleza y aplicaciones. Es por ello que este esquema de premios está dirigido a investigadores que realizan una ciencia inspiradora en estas áreas.

El Dr. Luis E. Arteaga Pérez, es IR. del Proyecto FONDECYT 1190063 ¨Catalytic amination of lignin-derived phenols over supported Palladium and Rhodium: An atom-economic route to platform chemicals¨, cuyo equipo está integrado por la Dra. Cristina Segura (UDT), el Dr. Romel Jiménez (Departamento de Ingeniería Química, UdeC) y el Dr. Andy Pérez (Facultad de Farmacia, UdeC). Justamente en el marco de este proyecto se postuló al PGM-Award resultando el equipo dirigido por el profesor Arteaga, ganador.

Como coordinador del Laboratorio de Procesos Térmicos y Catalíticos (http://www.lptcicq.ubiobio.cl), mi interés es trabajar en el desarrollo de moléculas provenientes de la biomasa que tengan la capacidad de desplazar a sus homólogas, petro-derivadas. En específico, trabajamos con metales del grupo del Pd para optimizar pasos de hidrogenación y deshidrogenación en procesos de catálisis heterogénea. Por estas razones, ser acreedores de este reconocimiento nos da acceso a reactivos costosos, a la vez que visibiliza nuestro quehacer en el concierto internacional” – Dr. Arteaga sobre su principal motivación para postular al programa.

Este concurso que se encuentra abierto para cualquier universidad o institución de investigación a nivel mundial, en cualquier campo donde los metales del grupo de platino manifiesten un papel crucial, tiene como misión que los investigadores hagan ciencia inspiradora en tecnologías sustentables. Para que esto se cumpla, es fundamental la colaboración entre expertos que buscan desarrollar estas investigaciones. En este contexto, el académico menciona lo siguiente:

Esta postulación surgió de una invitación que nos realizó la American Chemical Society a partir de un artículo que publicamos en colaboración con investigadores de la Universidad de Concepción (CL), la Universidad de La Plata (AR) y la Universidad Andrés Bello (CL). Nosotros como grupo en la Universidad del Bio-Bio valoramos el trabajo colaborativo como algo imprescindible para mantener el estándar de nuestro trabajo. La Ingeniería Química es una disciplina muy costosa, por lo que mantenerse en la elite de investigación lleva un esfuerzo que no puede hacerse desde la individualidad. La integración de especialistas en ciencias de materiales, catálisis, cinética química, química teórica, entre otros, es lo que permite explicar fenómenos complejos de manera rigurosa. Por tanto, consideramos que hoy en día la colaboración en la investigación está en nuestro ADN y es lo que nos ha permitido crecer”.

Asimismo, el doctor indica que dentro de los beneficios que implica ser “ganador” en el concurso Johnson Matthey se vinculan, principalmente, a que los beneficiarios serán premiados con sales metálicas del grupo del Paladio de manera totalmente gratuita para desarrollar sus proyectos. Esto significa un gran aporte para el desarrollo sostenible, puesto que la ciencia y la innovación son cruciales para satisfacer las necesidades del presente, mediante una transformación cultural más respetuosa con el medio ambiente.

El tránsito entre modelos de desarrollo es un proceso complejo y que toma mucho tiempo, pero está ineludiblemente relacionado con la innovación y la investigación científica. Así, la síntesis de nuevos compuestos, el desarrollo de materiales bio-inspirados, las energías renovables, el desarrollo de cadenas productivas circulares, entre otros juegan un rol irremplazable y con un profundo trasfondo científico. Sin embargo, no son las únicas dimensiones a destacar; como universidad tenemos la responsabilidad social de formar profesionales altamente capacitados desde lo técnico, pero también con un altísimo compromiso con el desarrollo sustentable. La educación es lo que nos va a convertir en seres superiores a nivel de conciencia y, por ende, capaces de generar los cambios que se requieren”.

Gestionar este cambio respecto al uso de metales nobles conlleva una serie de desafíos para los investigadores expertos en el rubro. Hoy en día, como señala el doctor, los metales se utilizan en muchas áreas de las ciencias técnicas, la medicina, la química fina, y entre otras disciplinas, por lo que su efecto va más allá de lo general. “En lo local, miraría con mucho interés el desarrollo de partes para celdas combustibles (electrolitos), materiales con capacidad catalítica para generar hidrógeno desde corrientes residuales, biomateriales con capacidad antibacteriana, etc.”.

Finalmente, el Dr. Arteaga entrega mensaje a todas y todos aquellos que buscan llevar un estilo de vida sostenible. “Mi mensaje es que la sustentabilidad no existe per se, sino es algo que construimos cada día y a lo cual podemos aportar desde la academia, la industria y la sociedad como un todo”.